La llegada al pesquero 7:30, viento 0 km/h, que iría a más con el paso de las horas.
De cebo llobarrero, del cual debemos de hacer un artículo, sólo para él, ya que somos muchos los que no conocemos el cebo tan bueno que es.
Plantamos nuestras cañas, mi amigo Tonio y yo, y al poco tiempo en menos de una hora llegaban las primeras picadas en forma de herreras, de bajo porte por lo que fueron soltadas una tras otra hasta que llegaron las únicas capturas que se dieron medio buenas, solo tres.
Aqui unas fotos de las shangrillas una marcando una picada de un pescado y la otra en acción de pesca, ¡Qué maravilla de cañas!
Sin más que decir, el día estuvo entretenido, no fue fructífero en cuanto a doradas, era lo que queríamos, pero lo mejor de todo es que no vimos ninguna red delante nuestra.
Buen lance.
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